Criptomonedas
Las criptomonedas son activos digitales que emplean cifrado criptográfico para asegurar la titularidad y la integridad de las transacciones, y controlar la creación de nuevas unidades, evitando copias fraudulentas como se haría con una foto. No tienen presencia física y se almacenan en una cartera digital.
Funcionamiento de las Criptomonedas
Diferenciadas de los sistemas tradicionales, las criptomonedas no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren intermediarios en las transacciones. Utilizan una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido, para el control de las transacciones.
En términos regulatorios, no se consideran medios de pago respaldados por un banco central u otras autoridades públicas y carecen de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores. Una vez realizada una transacción con criptomonedas, no se puede cancelar debido a que el blockchain, un registro inmutable, no permite borrar datos. Para revertir una transacción, es necesario ejecutar la contraria.
Dado que no existen físicamente, se necesita un servicio de monedero digital de criptomonedas para almacenarlas, sin regulación ni supervisión.
Tipos de Monederos Digitales
Un monedero digital o wallet es un componente fundamental en el ecosistema de las criptomonedas, ya que proporciona un medio seguro para almacenar, enviar y recibir estos activos digitales. Existen dos tipos principales de monederos digitales: los calientes y los fríos, cada uno con sus propias características y niveles de seguridad.
Monederos Calientes:
Los monederos calientes están conectados a internet, lo que los hace más accesibles y convenientes para realizar transacciones frecuentes. Sin embargo, esta conexión constante a la red también los hace más susceptibles a ataques cibernéticos. Dentro de esta categoría, encontramos:
Monederos Web: Son aplicaciones basadas en la web que permiten acceder a las criptomonedas desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Algunos ejemplos populares incluyen Coinbase y Binance.
Monederos Móviles: Son aplicaciones diseñadas específicamente para dispositivos móviles, como teléfonos inteligentes y tabletas. Ofrecen la conveniencia de gestionar criptomonedas sobre la marcha, pero pueden ser vulnerables a riesgos de seguridad si el dispositivo se pierde o es comprometido.
Monederos de Escritorio: Son programas instalados en computadoras personales que permiten almacenar y gestionar criptomonedas. Ofrecen un mayor control sobre la seguridad, especialmente si se utilizan en dispositivos no conectados a internet. Ejemplos populares incluyen Electrum y Exodus.
Monederos Fríos:
Los monederos fríos, también conocidos como monederos offline, no están conectados a internet, lo que los hace menos vulnerables a los ataques cibernéticos. Son ideales para almacenar grandes cantidades de criptomonedas de forma segura a largo plazo. Dentro de esta categoría, se encuentran:
Monederos Hardware: Son dispositivos físicos diseñados específicamente para almacenar criptomonedas de forma segura. Utilizan medidas de seguridad avanzadas, como almacenamiento en frío y autenticación de dos factores, para proteger los fondos del usuario. Algunos ejemplos conocidos son Ledger Nano S y Trezor.
Monederos de Papel: Consisten en la impresión en papel de las claves privadas y públicas asociadas con una dirección de criptomoneda. Aunque son altamente seguros contra ataques cibernéticos, pueden ser vulnerables al deterioro físico o pérdida accidental. Se utilizan principalmente como una forma de almacenamiento a largo plazo y fuera de línea.
Cada tipo de monedero digital tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección del adecuado dependerá de las necesidades de seguridad, conveniencia y acceso del usuario. Es importante tener en cuenta que, independientemente del tipo de monedero utilizado, es fundamental tomar medidas adicionales para proteger las claves privadas y garantizar la seguridad de los fondos.
La Valoración de las Criptomonedas
El valor de las criptomonedas se determina por la oferta, la demanda y el compromiso de los usuarios, sin mecanismos reguladores como en los mercados de valores. A menudo, los precios se forman sin respaldo público. Se recomienda revisar comunicados del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores sobre los riesgos de invertir en criptomonedas.